Arcilla y Seda – Búsqueda de Forma
Universidad Iberoamericana
2015
Este proyecto comenzó con una exploración de las propiedades absorbentes de los hilos de seda al sumergirse en distintas proporciones de arcilla y agua. Con la proporción adecuada entre arcilla y agua, los espacios entre las fibras de seda se llenaban, y el tejido de seda, originalmente flexible, se solidificaba al secarse.
Inspirados en la investigación “Emergent Fiber Arrangements” de la Universidad de Stuttgart, se probaron distintos patrones de hilos. Se concluyó que un marco circular con todos los puntos interconectados por hilos de seda minimizaba la porosidad y distribuía la arcilla de manera más eficiente. Retomando los experimentos con lana de Frei Otto, se añadió un "factor de soltura" al patrón, permitiendo que los hilos se unieran entre sí para formar elementos lineales más rígidos al contener mayor cantidad de arcilla.
Este concepto se desarrolló aún más al transformar los hilos de seda en curvas catenarias. Después de sumergir el patrón de seda en la mezcla de arcilla y durante el proceso de secado, la gravedad distribuía el peso del material mientras los hilos actuaban como una estructura en tensión. Una vez seca, la cúpula catenaria se invertía, conservando la forma geométrica adquirida por acción de la gravedad y permitiendo que la arcilla trabajara en compresión, distribuyendo eficientemente las cargas.
El resultado final fue la creación de cuatro cúpulas catenarias que demostraban optimización de materiales en cuatro variantes: altura máxima y mínima, así como número máximo y mínimo de nodos en relación con el diámetro del marco (en este caso, de un metro). Los modelos a escala real fueron informados por modelos digitales, y viceversa. Todas las conclusiones y variantes fueron programadas mediante Grasshopper, abriendo la posibilidad de reproducir estos modelos en cualquier escala y con distintos materiales, como cemento y algodón, en lugar de arcilla y seda.
En colaboración con Yoshua Gitlin, Ann Gutierrez y Alexa de Alba.
Fotografía por Yoshua Gitlin y Mauricio Cohen Kalb.









